lunes, 12 de diciembre de 2011

LEYENDAS



Antes de irse a dormir, les tengo preparado unas leyendas, si las famosas leyendas que nunca falta en una ciudad, y mi hermosa Xalapa es una de ellas. Para las personas que piensan visitarnos o la gente que vive en esta ciudad, no duden en acercarse a un stand turístico y preguntar por el recorrido a los callejones empedrados y el trazo de sus calles que forma la belleza de la ciudad que se realiza durante las temporadas de vacaciones.

Preparense mis amigos lectores y salten del trampolín para sumergirse a una narracción -pst...pst... son de hechos imaginarios que hasta incluso se les considera reales.-



El Callejón del Diamante

   Desde los tiempos de la colonia y hasta nuestros días, existe en Xalapa un callejón estrecho y largo como serpiente. Tan angosto, que casi se tocan sus costados. Todos lo llaman el Callejón del Diamante.

    Cuenta la leyenda que en una de sus casonas vivía un matrimonio: ella, una criolla hermosa, esbelta, blanca, garbosa y joven, de cabellera como el azabache, labios rojos y mejillas sonrosadas. Sobresalían dos esmeraldas entre las largas pestañas y unas cejas gruesas y pobladas, pues en la época de Xalapa de la Feria, aún no se depilaban las jóvenes. Moralmente era un modelo de virtud y ejemplo de esposa enamorada de su marido. Éste era un caballero español, físicamente bien formado, que amaba a su dulce compañera con toda el alma. A esto hay que agregar que gozaban de una desahogada posición económica.

    Cuando la pareja se prometió, él dio a su futura esposa un anillo con un hermoso diamante negro. Éste era de lo más extraño y en el blanquisimo anular derecho de la dama parecía un ojo diabólico. Esta piedra según cierta superstición, "tiene la rara virtud de aumentar el amor del matrimonio y descubrir la infidelidad de la esposa".
Cuando la dama recibió la joya juró a su galán jamás separarse de ella... pero los juramentos femeninos no siempre son muy firmes y durables.

    El recio ibero tenía un amigo, a quien consideraba como hermano. Un día que el esposo salió de viaje ella fue a visitar al amigo y... sucedió lo inevitable. Por razones que se ignoran, ella se quitó el anillo y lo dejó en el buró, junto al lecho. Por motivos también desconocidos, el apresuramiento, la zozobra, la dama olvidó la alhaja. A su regresó a Xalapa el esposo no se dirigió a su casa, sino fue primero a la del amigo. Entró y lo encontró en su alcoba durmiendo la siesta y, ¡oh sorpresa!, lo primero que vio en la mesilla de noche fue el diamante negro de su esposa. Disimuladamente se apoderó de la joya y se dirigió a su casa.

    Llamó a su bella compañera y al besarle la mano, comprobó que no lucía el anillo. Como el destello del relámpago salió a lucir la daga de empuñadura de oro, incrustada de rubíes, que se clavó en el pecho de la infiel. El caballero dejó sobre el cadáver de la esposa el anillo del diamante negro y desapareció para siempre.
    La gente de los alrededores, exclamaba: ¡Vamos a ver "el cadáver del diamante"! Poco a poco la expresión cambió y solo decían ¡Vamos al Callejón del Diamante! Nombre que la tradición ha mantenido a través del tiempo.



 
El Parque de los Berros

Ocurrió hace mucho tiempo que unos vecinos decidieron construir una capilla cerca del parque, con el fin de tener un sacerdote que los auxiliara religiosamente. Así, empezó a erigirse la ansiada capilla, y cuando estuvo terminada, los habitantes buscaron un párroco para que se encargara de atenderla.


Nunca se supo la causa por la que ningún cura quiso hacerse cargo de la capilla. Pasados varios meses, llegó un joven sacerdote, recién salido del seminario que ocupó el curato.

Entre los nuevos feligreses de la iglesia, había una niña como de doce años, quien se distinguía por su candorosa belleza. El religioso sintió simpatía y atracción por ella desde que la vio. Con el paso del tiempo ésta se convirtió para él en una obsesión y en un amor prohibido y desesperado.


Cuando la jovencita cumplió diecisiete años y su belleza se había acentuado aún más, se enamoró de un joven que acababa de llegar de la Vieja España, el cual también estaba muy enamorado de ella. Después de un breve noviazgo, decidieron casarse.


Carmen, que así se llamaba la muchacha, le dio la noticia a su confesor. Indignado, el cura y, sobre todo, cegado por los celos, intentó convencerla de que no realizara ese matrimonio, asegurándole que su novio era un aventurero y cazafortunas. Ella no le hizo caso al sacerdote, y los preparativos de la boda continuaron.


La tarde anterior a la ceremonia, Carmen fue a la parroquia para confesarse. El clérigo la recibió malhumorado, ya que al siguiente día tenía que oficiar la misa del casamiento. Su ira fue creciendo mientras Carmen en su devoción cumplía el rito de la confesión.


El hombre no se pudo contener y se abalanzó sobre ella con la finalidad de besarla. Después de una feroz lucha, él pudo dominarla y cometió el deplorable acto de la violación.


En esos momentos, cayó sobre Xalapa una terrible tormenta que, entre fuertes huracanadas, truenos y rayos, amenazaba con inundar la ciudad. El abominable acto concluyó con el asesinato de Carmen y el suicidio del cura en Los Berros
 CALLEJÓN DE LA CALAVERA  


 Cerca del Parque de los Berros, hay un callejón empedrado que los Xalapeños llamaban de la Calavera. Cuentan que allí vivia un matrimonio que se llevaba muy mal por el alcoholismo del marido.


Una noche, éste llegó como siempre borracho a su casa, donde lo esperaba enfurecida su mujer por ciertos rumores sobre su infidelidad. Cuando el esposo le pidió de cenar, ella lo atendió de mala gana y le dijo que mejor se fuera a dormir; incluso, salió a comprarle una botella de licor para que el hombre bebiera más y se durmiera pronto.
Al dar los primeros ronquidos, loca de celos, la mujer se fue al patio a buscar un hacha, regresando con la obsesión de cortarle la cabeza; efectivamente así lo hizo, quedando las cobijas tintas en sangre. Pensó:


"Ya pasaste de tus 'sueñitos' al sueño eterno."


Con frialdad, envolvió la cabeza en una manta y la guardó en un tenate con cal; después metió el canasto debajo de la cama, enterrando el cuerpo en medio de la pieza.


Como los vecinos no veían a la pareja, avisaron al propietario del patio que nadie salía del cuarto. Por lo tanto, dieron cuenta a la policía, quien después de una minuciosa revisión, encontró el tenate con el cráneo y el cuerpo sepultado, pero ya en estado de descomposición.
  
Este crimen motivó para que se conociera la calzada como Callejón de la Calavera.



Los Túneles de Xalapa

Xalapa es una ciudad con mucha historia que se refleja en sus tradiciones, en su carácter cultural y hasta en su paisaje urbano. Son características sus pendientes, sus callejones empedrados y el trazo de sus calles, que para muchos parece complicado pero que para los locales es un simple aderezo más a la belleza de la ciudad.
Curiosamente, a lo largo del tiempo, la ciudad ha pasado por varias etapas que han dejado huellas de su impacto en la capital veracruzana; una de ellas es una leyenda que aunque no modifica por completo el panorama urbano visible a primera vista, si lo ha hecho en la tradición oral a partir de principios del s. XX.
Existe la creencia que bajo la ciudad corren extensos túneles con una fría humedad en su interior que interconectan a toda la ciudad e incluso, que llevan hacia otras partes de la región. No se sabe con certeza si son amplios o estrechos, sin embargo, se cree que esta red laberíntica de túneles permitía conectar de manera "segura" a los habitantes en tiempos de revueltas o de inseguridad política.
Se cuenta entre los xalapeños que muchos parten de la Catedral, una iglesia que data del s. XVIII y que de esta misma salen a otros puntos del centro de la ciudad, como al Colegio Preparatorio de Xalapa, que se encuentra justo en la calle arriba de la Catedral; también se dice que están conectados con el "Parque Los Berros", un parque igualmente antiguo y tradicional de Xalapa, que por su kiosco emite un cierto aire de melancolía y misterio de otros tiempos. Se cuenta también que existe una entrada por el Parque de Los Tecajetes, cerca de la antigua jaula de los lobos (hace algunos años, "Los Tecajetes" eran además de parque, un zoológico); otra de las entradas se rumora que se encuentra en la escuela Pedro de Gante, a unas cuadras de la Catedral y que hasta los túneles llegan a la Normal Antigua y al Cerro del Macuiltépetl. 

Pero... ¿Cuál fue el verdadero propósito de su construcción? ¿Cómo los construyeron? Poco se sabe realmente al respecto, a excepción de lo que la gente cuenta: algunos suponen que son tan antiguos que datan de la época prehispánica, pero otros piensan que más bien se hicieron durante la Colonia e incluso, que se construyeron en la época revolucionaria, pues algunos aventureros que se internaron, encontraron armas y objetos pertenecientes a esta época, lo que hace suponer que los usaron como escondites o para pasar mercancías y armas y escapar sin problemas.

La tradición xalapeña reúne estas historias que se van pasando de generación en generación, y que aunque no se ha podido comprobar o explorar de todo el laberinto de los túneles xalapeños, ciertamente permanece como un elemento más de la historia y de la tradición popular, de esos relatos que adoramos contar y que nos hacen querer saber más de nuestras ciudades.








FUENTES:
Leyendas de Xalapa. 2009. Por Edmundo Sanchez Tagle. Xalapa, Ver.
Leyendas de Xalapa (relatos y narraciones). 2007. Martín Cerón Cortés y Liliana Nafate Flores. Editorial LEEGA. Xalapa, Ver.







domingo, 11 de diciembre de 2011

Capítulo 16


LA POLÍTICA EDUCATIVA

   La constitución de Cádiz de 1812, está dirigida al fomento de la educación primaria, siguiendo el Método Lancasteriano.
   En cuanto al sistema educativo uno de los dos gobernantes destacados; Juan de la Luz Enríquez fundó en Xalapa, en diciembre de 1886 la Escuela Normal Veracruzana, bajo la dirección del Pedagogo Enrique C. Rebsamen.
   La ciudad ya contaba con el Colegio Preparatorio, la Escuela para Sritas., La escuela Cantonal, los Colegios de Instrucción Primaria de escuela para adultos, y varias escuelas primarias.




Capítulo 13

LA IGLESIA EN XALAPA



   En 1864, con la llegada del primer obispo, Francisco Suárez, la parroquia se hizo catedral y entre los años 1887 y 1895 adquirió la fisionomía actual que combina los estilos barroco y gótico. La época revolucionaria trajo incertidumbre a la actividad religiosa, algunos de sus inmuebles fueron ocupados. La situación se estabilizó justo cuando la ciudad acababa de sufrir los estragos de un terremoto, con la llegada del entonces obispo, hoy conocido como San Rafael Guízar y Valencia el 6 de enero de 1920, ungido en Cuba un año antes.







Capítulo 14



XALAPA A FINALES DEL SIGLO XIX




  La ciudad creció hacia sus garitas y la fisionomía de las casas cambió para hacerse más europea e incorporar materiales de construcción como el acero y los vitrales. En 1892 se construyó, en lo que era el antiguo Convento de San Francisco, el Parque Juárez que tenía un kiosco traído de Bélgica. Las casas se construyeron con estilos francés e inglés y los edificios públicos con estilo neoclásico. Las haciendas del entorno siguieron creciendo. Las imprentas, curtidurías y los negocios modernos se instalaron a lo largo de la calle de Enríquez. Entre los nombres de sus propietarios figuran los apellidos Pasquel, Zangraniz, Landero, Grayeb, Bouchez y Olivier.



Capítulo 15

CIERRE DEL SIGLO


   Con el paso del tiempo, las tradiciones, costumbres, idiomas y comidas, tanto de España como de Mesoamérica,  se mezclaron y dieron origen a nuestra cultura. En este intercambio, los conquistadores Españoles también recibieron la influencia de los pueblos sometidos.  


 En 1867, con la restauración republicana, Xalapa comenzó su recuperación dando principio al saneamiento de la ciudad.

   En 1910 se arreglaron los empedrados de calzadas al igual que fuentes, lavaderos públicos, jardines, plazas y el alumbrado público. Se solucionaron problemas como el abasto de carnes y agua. Se construyo el Palacio Municipal (1875) y se dio mantenimiento a hospitales y al hospicio de pobres de San Ignacio, en cuanto a las comunicaciones en 1861 se tendió la línea telegráfica y poco después la telefónica, pero el ferrocarril fue la innovación más importante en 1875 se inauguró la vía a Veracruz y para 1892 se inauguró la vía a la ciudad de México.
   
También se tendió el ramal a Coatepec, el cuál en 1898 ya llegaba hasta Xico, pasando por Teocelo. Este auge económico duraría hasta los primeros años revolucionarios.






Fuentes:

Museo de casa Xalapa, ubicado en J.J.Herrera 7 Centro CP 91000, Xalapa, Veracruz. Inagurado el 15 de Diciembre de 2007.

Capitulo 10 al 12



Capítulo 10


XALAPA CUNA DE LOS PODERES


     En 1791, el antiguo pueblo de Xalapa adquirió el título de villa y obtuvo su escudo de armas. El 16 de enero de 1822 se dio la jura de Independencia en la villa de Xalapa. Con la Constitución de 1824, ésta se consolidó como el lugar de residencia de los poderes ejecutivo y legislativo estatales, lo que llevó a una lucha entre los miembros de las logias yorkina y escocesa. El 29 de Noviembre de  1830, Xalapa fue nombrada ciudad por Decreto.

   Mientras tanto las ambiciones de las potencias europeas; Inglaterra, España y Francia, así como Estados Unidos obstaculizaban continuamente a la nueva nación.




Capítulo 11



LAS FUERZAS REALES

   Entre los oficiales acantonados en la villa de Xalapa estaban Ignacio Allende y Agustín de Iturbide, quienes se hospedaron en la entonces Casa de Ejercicios Espirituales de San Ignacio, una especie de convento de los jesuitas ubicado donde hoy es la escuela primaria Enrique C. Rebsamen. En 1809, el propio Ignacio Allende, siendo ya un miembro de la insurgencia clandestina, marchó hacia el puerto de Veracruz para convencer a la guarnición de San Juan de Ulúa de que se volviera contra la corona e incomunicara a España, pero fracasó en su propósito y esto lo puso en evidencia ante las fuerzas realistas, por lo que huyó al centro del país y se incorporó a la lucha libertaria del cura Hidalgo.



   Capítulo 12


LAS INVASIONES

   Los Xalapeños presenciaron con tristeza el paso de las tropas mexicanas derrotadas por los estadounidenses en 1862, quienes apoyaban a Maximiliano, personaje a quien la ciudad recibía con honores en mayo de 1865. Pero quizá la mayor crisis para la población Xalapeña la ocasionó el conflicto entre liberales y conservadores que comenzó a mediados del siglo XIX.

   A Principios del siglo XIX la sociedad Xalapeña comprendía grupos indígenas, mestizos, españoles y criollos de origen hispano. 


   Los grupos existentes durante la Colonia se mezclaron. La unión de Españoles con indios originó la población mestiza; la de Españoles con negros, la población mulata. Al finalizar la Colonia, la mayor parte de los habitantes eran indios y mestizos.


La vestimenta cambió, sobre todo en cuanto a los uniformes militares se refiere.



                                                                     Actividad
Busca en esta sopa de letras los grupos sociales de la Colonia

ESPAÑOLES *      NEGROS *      INDIOS *      MESTIZOS *      MULATOS *

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Fuentes:
Museo de casa Xalapa, ubicado en J.J.Herrera 7 Centro CP 91000, Xalapa, Veracruz. Inagurado el 15 de Diciembre de 2007.
Veracruz. Historia y Geografía. Tercer grado. 2009. SEP. México, D.F.